Un día con el comando Graná

Antes de nada quiero indicar que he puesto motes a casi todos los que nombro. Igualmente, como andaluz que soy, he exagerado ciertas cosas e inventado algunas otras. Lo he hecho sin intención de ofender, pero si alguien no se encuentra a gusto, ruego me lo indique (B52fer@yahoo.es) y rápidamente lo retiraré.

Ahora vamos con la crónica. Estaba yo en casa haciendo mis labores domésticas, a eso de las 12 A.M., recién levantao, desayunando al solecito, un zumito de naranja natural recién exprimio, un cafelito humeante y unas tostaditas crujientes de pan Bimbo sin corteza, con abundante mermelada de fresa, cuando recibo una llamada al móvil. Lógicamente me sorprendió recibir una llamada tan temprano y tardé más de la cuenta en cogerlo. Soltar la tostada, apartar el café, llegar al teléfono y descolgarlo. Era el Piltrafilla (a partir de ahora Pil).

Pil: Que nos vamos unos cuantos de Graná a rodar a final de octubre (2011) a Almería. ¿te vienes?

B52fer: "Pera" un momento. Tengo que poner slicks a la silla, ajustar los frenos y reparar el mono de cuero de la última caída.

Pil: No, no. Tu solo de acompañante, a mirar.

B52fer: ¡Joe! Que desilusión. En fin, dado que no tenía planes pa ese domingo, le dije que sí. Que necesitaba buscar a algún taxista pa que me llevase, pero que me apuntaba. Que ya le confirmaría cuando encontrase a alguien (uno de mis pobres amigos que se “ofrezcan” a llevarme).

Pil: No, no, me dice otra vez.

B52fer:

Pil: Que bajo a por ti el sábado por la tarde, duermes en mi casa y salimos el domingo tempranito pa’llá. Echamos el día y a la vuelta ya vemos quien te trae. Que somos muchos.

Rápidamente empezaron a moverse en mi cerebro toas las neuronas que quedan vivas y resumen...

  1. La última vez que me subí en el cacharro de Pil me dió un golpe de caló que estuve 3 días en cama, además de salirme moratones en tó el culo. Su tartana es un GMV del año del peo, con suspensiones apretás. ¡MAAAAL! Se lo comenté y me dijo que "no problemo", que me recogería en el coche de la jefa. ¡Gran alivio!.
  2. Graná, Armilla, cá del Pil, chalé adosao, 2 plantas, escalera estrecha y con ángulo. ¡MAAAAL! Oye, ¿Cómo voy a subir a dormir? ¿No sería mejor buscar otra casa? No te preocupes, ya buscaremos una solución. Aquí somos muchos. No lo vi mu claro, pero en fin, él sabrá, es su casa.

Pocos días antes del evento llamé a Makoki (a partir de ahora Mak) para ver si se acercaba. Aaaarooooo que voy. Ya me aviso Pil. ¡Bien! Así no tendría que aguantar to el día al Pil con sus monólogos de troqueles.
El viernes antes del acontecimiento nos enviamos varios e-mails Pil y yo para concretar recogida y planes. Quedamos a las 6 de la tarde del sábado en mi casa. Ese día madrugue más de la cuenta. A las 5 de la tarde ya estaba preparao, recién lavao, peinao a la raya, lavá la boca con Oraldine y tos los bártulos listos. A eso de las 6:30 me llama pa decirme que van por... ¿Despeñaperros?. No pué sé, pensé. ¿Graná-Málaga por Despeñaperros?. No, no, por “Las Pedrizas”, me dijo. Ahora sí. “Las Pedrizas” es un puerto de montaña que hay a 40 km de Málaga. Así vamos bien. Bueno me recogen y fuimos tó el camino hablando de sus troqueles, del mundíal, de pistones bielas y cilindros, etc. Bueno, hablando... ya sabeis, hablando sólo él.
Llegamos a su casa y directamente al zulo, con una pendiente de entrada del 80%. Ya me empezaron a temblar las orejas. Preferí que me bajaran de espaldas por si me caía, al menos conservaría los dientes. Desde la última vez que estuve, hace casi 3 años, aquello ha cambiado mucho. Antes había una Aprilia RS 250 y una RD 350. Ahora había 3 RD’s y muuuuuucha chatarra repartida a lo largo de toda la entrada. Por lo demás, ah sí, ¡UN FREGADERO! A un lao, no se pa qué, si ahí abajo no hay platos.

Como es norma en Pil, las 3 motos estaban sin terminar. La suya, aún sin arrancar, la negra sin frenos ni escapes y la amarilla sin no sé qué.

Empiezan a llegar tos los del comando Graná con cara de jambre y encima acompañaos de las parientas. Er peluquero (Fernando), el culo roto (Enrique), el avispón (Francis) con su sosio, su otro ex-compi de carreras con otro sosio,  Falín y alguno más. Pa terminá la faena aparece la jefa con el nene y Pil con grasa hasta el bigote. A Pil le entran los nervios y empieza de nuevo a hablar, pero esta vez por tos los boquetes que hay en su cuerpo. Después de un rato, más o menos largo, nos encaminamos pal garito de reunión. Como toa esta gente son de Graná y alrededores, no les importó hacer la efeméride en un local a la intemperie. Aro, yo malaguita, tullido de por vida, sin sensibilidad de tetas pa´bajo, también pensé que no iba a pasar mucho frío, hasta que empecé a masticar con la boca vacía. Algo no va bien pensé entonces. Solución, una copita de vino. Llegó la hora de la ofrenda. Como bien man enseñao, no se pué í de visita sin llevar un presente. Estuve varios días dándole vueltas a la cabeza, pues no quería regalarle el típico abanico o unas castañuelas. Todos sabemos el problema personal que tiene Pil y pensé en ello para poder ayudarle a superarlo. Le regalé esto:

Unos cuantos ajos para ver si así cerraba la boca de una vez y nos dejaba descansar un poco los oidos o en su defecto que se quedase sólo cá vez que abriese la boca. He aquí el momento:

Después de tapear un poco, mu rico por cierto, Pil dijo que se iba a ver si conseguía arrancá su proto. Por lo visto no daba chispa. Y yo, como siempre, le aconseje. Tío, ¿si tu moto tiene más cables que una central de teléfonos? Arregla eso un poquito y luego pruebas. Na, na, en un rato está lista. Se largó y seguimos con lo nuestro. Aquí el comando al completo poco antes de pasar a la zona de hombres.

A eso de las 12 me tocaba ir al baño a echá una meadilla, así que cogí al que estaba más cerca y no fuimos pa´llá. Me agarré "arl peluquero", que en su vida había visto a un tullido mear. La entrada al aseo, algo tortuosa, la salvamos en 5 min. Una vez dentro me dice, espera que te limpie la taza del váter y vemos cómo te sientas. ¡Oú! empezamos mal. No, no, le digo. Meo aquí mismo. Que va a manchá, me dice. ¡Aaaayyyy! Tu espera y verás. Mira, saca los enseres de la mochila que llevo colgada en la silla. ¿eto que é? ¿una borsa con un tubo, un tubo de medio metro, una gasa y betadine? Porque lo de las toallita húmedas, pos si lo puedo entendé. Con los preparos ya dispuestos le dije. Bájame los pantalones. Y me dice. Tío, que estoy casao y con niños. No ve. Pera que te explique. Le indique tós los pasos y después de ver cómo  me metía un tubo de plástico de más de ½ metro por el pene, casi se desmaya, pero superó la prueba.
Una vez terminada la meadilla nos dirigimos al lugar donde solo van los hombres, la barra del bar, y empezamos con los fluidos alcohólicos. Al cabo de un rato, sobre las 12:30 recibo una llamada de Pil en la que me indicaba que ya había arrancao su pepino y que me estaba esperando pa irse a dormir. ¿Se habrá creio este que es un piloto der mundiá que tiene que dormí? Bueno, en 5 min. tamos allí. Claro, hay que tené en cuenta que pa una persona normal 5 min. en Andalucía es ½ hora, pero para un bardao como yo, es un poco más. Llegamos a su casa tos contentos a eso de las 2:30 y nos abre la puerta con cara de dormio. Ahora viene lo peó. Imaginaos a un lisiao borracho encima de una silla de ruedas, 3 tíos más como yo y con la nariz colorá y el Pil dormio. Me agarran de la silla y empiezan a subirme por esa escalera estrecha como la picha del Pil, tambaleándome como un barco en plena marejada y agarrándome como podía a los pelos del Jony. A tó esto la jefa pegando voces y el nene diciendo que él también quería pasearse en la silla por la escalera. Después de varios conatos de vuelcos, alguna que otra marcha atrás y muchas risas tontas, YO NO, llegamos arriba. ¡Hala! me dice Pil. Ahí tiene la cama. ¿Qué? Que yo soy ma inuti que el Mak delante de un motor de CBR. ¡Ayúdame! Macuestas, me desvistes, me sitúas en la cama, me arropas y un besito de güenas noches. Al final lo hizo tó menos el besito. Será porque la jefa estaba cerca, porque sé que a él le gusta.
Bueno, apaga la luz y a dormir. Serían las 3, pero como se cambiaba la hora esa noche, dormiría 1 hora más. ¡JA!. Tamos en Graná, en otoño y ya hace frío tela. Me pasé toa la noche tiritando como un yonki sin su dosis. La próxima me llevo la caldera del Titanic. ¡Que frío!
A eso de las 6 me enciende la lú Pil y me dice: ¡Arriba! Tate un momento. Trae argo pa calentá la nevera esta y comenzamos el protocolo. Con la inestimable ayuda de Pil, en 1 hora estaba listo y... acojonao. Ahora tocaba bajar y estaban tos dormíos y con resaca. La suerte estaba echá. Amos pa´bajo y yo sin desayuná. Además marcha atrá. Que mala cosa.

Llegamos abajo y me montaron en el coche… no me acuerdo, pero esta vez NO iba con Pil. Podría descasar mis oídos al fin. Como es norma con los granainos, llegamos con el tiempo justito, a eso de las 10, así que les dije que me dejasen en coche, al solecito, mientras ellos hacían los trámites y demás. Cuando se acercaba ya el medio día, alguien pasó por al lado del coche y me vió en el coche con tos los cristales cerraos, la cara roja como un tomate, los ojos salíos de las orbitas y los pelos de punta. Aro, el coche cerrao, al sol de Almería y yo sin poder moverme. Con la rapidez que caracteriza a los granainos, vinieron rescatarme de la sauna automovilística. Ah, ah, aire fresco.

En uno de los monólogos de Pil camino de Graná, hubo varios monólogos porque de vez en cuando paraba 3 seg. para coger aire, me dijo lo de las llantas y slicks. Le pregunté que de que año eran los slicks, pues si son de más de 2 años mejor salgas con un crucifijo colgao del gaznate, a lo que me respondió que las más antiguas serían del 99´, pero que también había más modernas, pero que no sabía en que moto estaban montadas cada cuál. Esto va a ser emocionante pensé. Falín salió el primero a probar las rueas esa lisas que habian montao. ¡Que valor!

Como me lleve la cámara estuve haciendo un reportaje, aunque aún no tengo el carnet de fotógrafo, por lo que el asunto no salió muy bien. Con tó el chiringuito ya montao, Pil se pone a calentar el motor y a comentar con Falín que estaba loco por comerse una hamburguesa del McDonald´s, porque como no le entraba el mono de cuero, había estao 4 meses a base de verduritas.

Acto seguido arranca el trasto y que mejor manera de calentar el motor que montarse y empezar a meter marchas y acelerar la moto hasta el corte de encendido. A punto de caerse el caballete y salir disparao. Yo delante grabando, a su lao Falín que no se´nteraba de ná y más alante el pobre chico de la Aprilia 125 ignorante de su peligro más próximo, sin salir aún a pista.

Como es normal Pil y Kike perdieron la primera tanda, pero se prepararon a conciencia para salir juntos a probar los inventos esos de las llantas con slicks. Al terminar la tanda Kike no dice ná de la ruedas, pero se pone a charlar con Pil acerca del funcionamiento del acelerador.

Esto acelera girando el puño derecho pa atrás como en mi Fazer, ¿no? Y Pil le contesta que "ma o meno es asim", pero que no se olvide de llevar en la otra mano bien cogido el rosario, por si acaso.
Tanto Pil como Falín, debido a su alto nivel de pilotaje, 3:50 por vuelta, vieron que la horquilla no funcionaba correctamente y decidieron ajustarla in situ. Proceso del asunto:

 

Viendo que serían ya las 13 horas y Mak aún no había aparecido, decido llamarle, cosa que consigo sobre las 14 horas después de desbloquear, buscar y marcar su número en mi móvil. Como es normal D. Rafael estaba fuera de cobertura. Seguramente estaría todavía durmiendo en su casa, pero no, al cabo de un rato apareció con la cara desencajada. Bueno desencajada no, él es así.

Estuvimos parloteando y flipó con el "estage" 14.235 de la moto de Pil. Las nuevas ruedas de competi.

A media mañana el nene de Pil me invitó a un bocadillo de Nocilla que le había preparado la jefa y al Mak a una Paulaner. Mak, al verla, empezó a babear y vino un tipo de mantenimiento al que habían avisado porque decían que se había roto una tubería y había un charco enorme en nuestro box. Tranqui, es Mak, que flipa con la Paulaner. Vigilarlo, nos dijo, que por aquí hay poca agua y como lo vea algún agricultor lo contrata pal regadío.

A lo largo de la mañana Pil tuvo varios problemas con su "número 13". En la primera tanda hacía: grrrrroooo, grrrrroooo, grrrrroooooooooo. En la siguiente: pat, pat, pat, pat. Y en la definitiva: gooouuu, gooouuu, gooouuu. Desalentado ante el recital de quejas de su cacharro, decidió dejarlo descansar pal resto del día. Entonces cogió la de Falín, con menos troqueles que la suya y así paso las demás tandas.

Después de un par de tandas me comento Pil que Kike iba rápido con la RD. Que le había costao trabajo pasarlo. Más tarde, cuando me quedé a solas con Mak y se lo comenté. Aro, le dije también, ¿no será que Pil es más lento que un caracol con muletas?

Pasó un poco más el día y también le comenté a Falín lo de Kike y Pil. El me dijo que Pil va mu rápido. Que a él le costaba mucho pasarle. Ante la duda, me fuí con Mak a ver la curva de entrada a meta. Vi pasar a Pil, después a Kike y llegué a una conclusión: mejor callarse que alguien me tiene que llevar de vuelta a Málaga. Pero ahora que ya estoy en casa quiero dejar claro que el nene de Pil, con su moto de plástico, es capaz de dar esa curva más rápido que ellos.

Esta foto se tomó al final del día, cuando Pil había hecho más de 2.500 Km. a la pista y se observa que si bien la postura es más o menos correcta, los brazos ligeramente abiertos para soportar su muscoloso esqueleto, el culo sutilmente descolgao del asiento, cara de concentración como un jugador de ajedrez y la pierna abierta buscando rozar el pegajoso asfalto de Almería, aún le queda medio metro para tocar con la rodilla en el suelo. La verdad, no creo que llegase ni poniéndose una plataforma de un Drag Queen en la deslizadera.

He leído en su crónica que se dedicó a pasar a toa la peña en las curvas, en las rectas, etc. Con sus motos casi de serie. Ver fotos de las motos de serie. Esta es la de Falín, mucho más de serie que la suya.

Tijas especiales TPR "estage" VI, semi-manillares TPR de aluminio mecanizado "lain ultra laig", carenados de fibra de 300 gr., horquillas "modified estage" XXXVII por Pil, pinzas de freno 4 pistones con anclaje TPR "estage" IV, llantas GP-250 de magnesio forjado importás directamente del "departamen of develotmem" de Marchesini, aún calentitas, slicks de GP-250 A (compuesto de chicle blando y pegajoso marca “Bazoka”), discos de freno GP-250 "full floating máximum stopped" marca Brembo, latiguillos metálicos Galfer con puntas de aluminio anodizado para una mejor refrigeración y menor peso, eje delantero de 20 mm. hueco "very fain laig", válvula de inflado del neumático “jaig loud mass”, escapes liaos en papel de aluminio del que le sobró al guardar los bocatas de chorizo del sábado, número “56” por si se le pega "argo" de la Yamaha de Nakano.

Escapes TPR con silenciosos de carbono hechos "al güater presion", estriberas ratrasadas multiajustables TPR de aluminio, amortiguador de R6 con pieza especial "made" in Pil, rueda trasera de GP-250 con los mismos slicks delanteros, disco de freno mini-GP con pinza de juguete de un scooter y soporte realizado en las instalaciones de Pil, eje de la rueda de 20 mm. hueco, palanca de arranque eliminada y todos sus engranajes.

Carburadores gordos, cajas de láminas V-Force 3, tomas de admisión Trinity "estage" IV, piñón de salida modificado para adaptar el paso de la cadena a la llanta trasera, pegatina de “Cafetería Rosana” en la Zubia (de la parienta), mantas eléctricas pa las ruedas pa que no se resfríen. Respecto al motor, ni Pil se acuerda de tó lo que tiene hecho. En fin, casi de serie.
Se acercó la hora de comé e insinué a los colegas el tema del avituallamiento. Mak, que se había bebido 50 Paulaner no tenía mucha hambre. Pil, con los nervios de la extrema potencia de la moto de Falín, tenía el estómago cerrao y yo tras el agotador trabajo de cámara, estaba casi desmayao. Me dejé caer al lao de la jefa por si caía argo y al ver mi cara de cordero degollao se dió cuenta y empezó a sacar alimentos de tos tipos. Al final me tragué 3 potitos de verduras, 2 yogurts de plátano y otro bocata de Nocilla. Después del festín me apetecía un cafelillo, así que le indiqué a Mak que nos fuésemos a la cafetería de nueva construcción que hay en circuito. Un enorme edificio acristalado puesto justo al final de la recta larga de Almería. Para acceder a la construcción hay una rampa de cemento de un 80% de pendiente. Mak, que tenía el estómago lleno de Paulaner y los pulmones de aire viciado, sería el encargado de impulsarme ante semejante reto. Yo no lo vi mu claro, pero Mak se dirigió hacia la rampa con la misma decisión que cuando piensa en terminar una carrera sin roturas en su moto, y mi silla y yo eramos en ese momento su moto. Con la cara descompuesta y apunto de salirme toda la comida por el orificio que tengo entre las nalgas, empezamos a subir el desafío. A mitad de camino fuimos perdiendo velocidad y al final llegamos a la cima con la lengua de Mak apoyándose en mi cabeza y callendo por delante de mi nariz, cosa que me dejó aturdido por el descomunal olor a Paulaner reflujada. El siguiente paso sería subir una escalera de 6 peldaños entre los 2. Menos mal que justo en ese momento estaba saliendo un tío de mantenimiento que nos indicó que había una rampa pa lisiaos. ¡Estupendo! Vamos pa’llá. Llegamos a la rampa. No era del 80% pero si del 60%. Mak decidió coger carrerilla y justo cuando íbamos a empezar a subir, los posa-pies de la silla se enganchan en el borde de la rampa y salgo catapultado hacia adelante a la velocidad máxima de la moto del Pil, 235 según él, y sin casco. Esto es el fin, pensé. De repente noté una fuerte presión en el pescuezo que a la vez que me dejo sin respiración. La zarpa de Mak paró mi lanzamiento hacia una pérdida segura de todos mis dientes frontales. Ya dentro del inmueble se estaba a gusto, con excelentes vistas de la apurada de frenada y de todas las coladas que se metía la peña. Divertido. Al rato aparece la familia Pil al completo. Hice que Pil se sentase a mi lado izquierdo aprovechando que por ahí no oigo nada y me limité, durante esa hora, a decir si con la cabeza, ante su extenso monólogo de no sé qué. El pobre Mak se lo tragó entero y al menos le vi bostezar 10 veces. El precio de estar sano.

De vuelta a box seguimos escuchando la pasadas de las RD´s a la peña, que si por fuera, que si por dentro, que si en las frenadas, que si en la recta… A mi todo esto me resulto muy extraño y más cuando vi con mis propios ojos a los RDeros rodar en vivo. Así que me dirigí al organizador a preguntar en que grupo estaban metidas las RD´s y efectivamente me confirmó lo que me suponía. El grupo en el que estaban era el de prácticas para sacarse el nuevo carnet A-2. Todas las motos estaban limitadas a 35 KW y los conductores en su vida se habían subido a este tipo de vehículos. Ahí lo entendí todo.
Al final llegó la hora de volver a casa y Pil se ofreció de nuevo a llevarme a Málaga, en compañía de su familia. Menos mal que dijo que no se encontraba mu bien y apenas habló. Además a mitad de camino se puso en el asiento de atrás y se durmió ¡por fin!
El mal rollo de todo esto es que la tarjeta de la cámara se rompió y solo tengo las primeras fotos. Las más comprometidas, las más interesantes se han perdido. Lo siento tíos. Otra vez será.

En resumen:

Siempre me he llevado mu bien con Pil. Me encanta escucharle, oír como te relata todas sus vivencias, todas su experiencias con los motores, como vive las motos... Es un tío excepcional. Luego vas con él a los circuitos y le ves actuar en directo. No puedo evitar quedarme con la boca abierta al ver cómo trabaja. Sabe dónde, cuándo, cómo, porqué, etc. El sabe que hay cosas en las que no coincidimos, pero ante un MAESTRO como éste no cabe otra cosa que venerarlo. Además su familia, la jefa siempre pendiente de todo y el nene que me invito a un bocata de Nocilla, insuperables. Que además se ofrezca a venir a mi casa a recogerme para pasar un día con ellos y luego devolverme, no tiene calificativo.
Luego tenemos a Mak. Se hizo 200 Km. solo para estar con nosotros, es digno de elogio. Lo conocí a través del foro del Club 2t y ya prometía. Es una enciclopedia de motores andante. No le importa compartir contigo sus saberes, su cerveza y sus cigarros. ¡Incluso su moto! Cosa que he declinado en varias ocasiones ya imaginais porqué.

Después el comando Graná, empezando por Jony, que no suelta el destornillador ni con una espátula. Se ve que le encantan la mecánica y las motos y creo que es la mano derecha de Pil. Falín, que lo conozco un poco de las carreras de Deccla, pero que siempre está dispuesto a ayudarte en lo que sea. A Kike no lo conozco mucho, pero también parece buen tío. Vino también al circuito el del nombre dificilísimo con su familia a pasar el día con nosotros desde Graná. Excelentes. Los que se quedaron en Graná y con los que nos fuimos de parranda “el peluquero”, "el culo roto", "el avispón", reciente campeón del CAV de RD350, su socio, su ex-compañero de carreras Deccla con su socio. ¿Se me olvida alguien?
En definitiva, por mucho que he pasado en esta vida siempre me quedo con lo bueno. Suelo olvidar todo lo malo y lo mejor es que soy un tío con suerte. Siempre la he tenido y espero que siga así, porque no creo que haya en este mundo muchas personas con amigos como los que tengo la fortuna de tener a lo largo de toda España. Desde que empecé a correr el Critérium en el 87´, me gustaba ir a las carreras a competir, a aprender, a arreglar mi moto,  a ayudar a los demás con las suyas y sobre todo a conocer gente y a compartir. Gracias a Deccla, todo esto después de 15 años, volvió a mi vida y... ¿sabéis porqué iba a las carreras entonces? Pues para competir, seguir aprendiendo, seguir ayudando y los más importante, lo que más me motivaba, a reunirme con mis nuevos amigos y compartir. Ahora soy tetrapléjico y ya no puedo hacer varias cosas, pero sigo yendo a los circuitos a compartir y quiero daros las gracias a todos por compartir conmigo. Sois los mejores.